Estándar FCI: Nº 287
Historia de raza: el perro de raza Boyero australiano fue criado en Australia específicamente para trabajar con rebaños de ganado salvaje. Se obtuvo por una cruza de tales razas como collie de pelo corto, dingo, dálmata y kelpie australiano. El trabajo de la cría de perros de raza pastor ganadero australiano se inició en el medio y duró hasta el final de la década del año 1800, con el objetivo de proporcionar servicios a los pastores un perro tenaz, capaz de sobrevivir en las duras condiciones del campo. Los australianos son muy versátiles e incansables trabajadores que se adaptan diversas actividades. Han sido utilizados como perros de rescate y búsqueda, detectores de bombas y drogas, perros de servicio y por supuesto, pastoreo de ganado. Otros nombres: se les conoce como "Blueys", "blue dogs", "Heelers", "Queensland heelers" , "Blue heelers" , "Red heelers". Pero el nombre más común para el Boyero Australiano es Australian Cattle Dog.
País de origen: Australia.
Aspecto general: es un perro de trabajo, creado fuerte, compacto, simétrico, con la habilidad y disposición para llevar a cabo su tarea asignada sin importar cuan difícil sea. Su combinación de sustancia, poder, balance y fuerte condición muscular, conlleva a su gran agilidad, fuerza y resistencia.
Tamaño y peso: altura a la cruz de 43 a 51 cm; peso de 16 a 23 kg.
Pelaje: уs suave. Presenta una doble capa de pelo; la capa interna es corta y densa. Los pelos de la capa externa están juntos; son lisos, duros y bien pegados, de manera que sean resistentes al agua. Debajo del cuerpo y detrás de los miembros el pelo es más largo, formando un leve pantalón cerca del muslo. Es corto en la cabeza (incluyendo el interior de las orejas), y en la parte anterior de los miembros y los pies. A lo largo del cuello es más largo y abundante. El pelo muy largo o muy corto constituye una falta. Por lo general, la longitud del pelo debe ser aproximadamente de 2,5 a 4 cm.
Color: уl color puede ser azul, azul moteado, azul punteado, con otras marcas o sin ellas. Las marcas permitidas son negras, azules o color fuego en la cabeza, de preferencia distribuidas uniformemente. El color fuego se presenta a mitad de los miembros delanteros y se extiende hacia arriba sobre el pecho y la garganta y también en la mandíbula. El fuego también se presenta en la parte interior de las extremidades posteriores, en el interior de los muslos, en la parte anterior de la rodilla propagándose en las partes exteriores de los miembros traseros desde el corvejón hasta los dedos. Se permite el color leonado en la capa interna de pelos del cuerpo, siempre que no se vea a través de la capa externa azul de pelos. Las marcas negras en el cuerpo no son deseables. Rojo moteado: El color debe consistir en pequeñas manchitas rojas regularmente distribuidas sobre todo el cuerpo, incluyendo la capa interna de pelos (ni blanco, ni crema), con marcas rojas más oscuras en la cabeza o sin ellas. Las marcas uniformes en la cabeza son apreciadas. Se permite las marcas rojas en el cuerpo, pero no son deseables.
Cabeza: la cabeza es fuerte y debe ser proporcional al cuerpo del perro, para mantener su conformación general. El cráneo ancho es ligeramente curvo entre las orejas. Las mejillas son musculosas, ni toscas ni prominentes, de fuerte quijada. Fuerte mandíbula inferior profunda y bien desarrollada. El hocico es amplio, bien lleno debajo de los ojos; se disminuye gradualmente; tiene la longitud media, profundo, fuerte; forma una línea paralela al cráneo. Los labios son apretados y limpios. La nariz siempre es negra. Una cabeza grande no hace un buen perro, tampoco una estructura ósea muy tosca.
Orejas: deben ser de tamaño moderado, preferible pequeñas que grandes, de base ancha y de la punta puntiagudas, ni redondas como cuchara, ni picudas como de murciélago. Orejas están colocadas separadamente en la cabeza e inclinadas hacia afuera. Deberán ser gruesas, carnosas y cubiertas de pelo en el interior. La piel es gruesa. La parte del oído interno está cubierta con pelo.
Ojos: de tamaño medio, ovalados; ni prominentes ni hundidos, deberán expresar estado de alerta e inteligencia, color café oscuro.
Cuello: muy fuerte, musculoso, que le permite voltear la cabeza hacia el cuerpo, no debe ser flojo ni tener piel colgada y debe medir de 14 a 16 cm.
Dientes: dientes sanos y fuertes; mordida en tijera. Cuando el perro corre animales, los dientes son muy importantes para morderlos para que sean tranquilos.
Cuerpo: el perro deberá ser 10% más largo que alto, desgraciadamente muchos son muy cortos y esto les resta movimiento y flexibilidad. Línea superior es plana, espalda fuerte, costillas curvadas. El pecho es profundo, musculoso y moderadamente ancho; lomos anchos y los flancos fuertes y profundos. El perro es muy integral.
Cola: cola es colocada moderadamente hacia abajo, siguiendo el contorno del muslo y grupa de largo hasta alcanzar los corvejones. Cuando descansa con una ligera curva. En movimiento o agitación la cola debe estar levantada. En ningún momento la cola debería llevarse más allá de una línea vertical que parte de la raíz (o sea enroscada). La cola debería tener un abundante pelaje. La cola es de inserción moderadamente baja y llega casi al corvejón. Cuando el perro está en reposo, la cola cuelga con una ligera curvatura. Cuando el perro está en acción, levanta la cola, pero no más allá de la vertical.
Patas delanteras: el antebrazo debería unirse al hombro casi en 90%. Existe una tendencia en los antebrazos cortos que no le permiten la correcta extensión que necesitan. Deberán ser igual de la cruz al codo que del codo al piso. No debe exceder el ancho del pecho que los codos. La creación de exageraciones es un problema en la raza.
Patas traseras: anchas, fuertes y musculosas. La grupa más bien larga a inclinada, muslos largos, anchos y bien desarrollados. Vistos desde atrás deberán ser rectos y paralelos, no muy cerca uno del otro ni muy separados.
Características atractivas: Al Boyero australiano se le conoce por su peculiar manera de guiar a las ovejas, para conseguir dominarlas les mordisquea los talones controlando no hacerles daño (costumbre que puede trasladar a las personas...). A pesar de ser un excelente pastor, también destaca en actividades como la obediencia y el agility. Al Boyero australiano le encanta el aire libre. Es equilibrado, silencioso, inteligente, valiente, leal y protector. Le gusta trabajar, jugar y descansar al lado de sus dueños, por los que siente un gran apego. Es bastante desconfiado con los extraños. Es un perro de temperamento fuerte, el propietario debe ser firme y decidido. El Boyero australiano no se adapta demasiado bien a una vida casera. Necesita hacer mucho ejercicio cada día y si está encerrado mucho tiempo puede que ocasione destrozos en casa. Es imprescindible, desde una temprana edad, educarlo con disciplina.
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