Bulldog inglés

Estándar FCI: Nº149

Historia de la raza: el Bulldog, primero fue clasificado como tal en 1630 por su anterior mención de tipo similar referido a un bandog, término utilizado en la actualidad para los perros de pelea. Utilizado originalmente para la pelea con toros, el Bulldog peleó su camino y a partir de 1835 comenzó a desarrollarse en una versión de cara más corta y más rechoncho a lo que conocemos actualmente. Ingresó en las pistas de exposición en 1860 y en los siguientes años mostró un gran cambio de personalidad. Una de las razas autóctonas más antiguas conocida como el Perro Nacional de Gran Bretaña.

País de origen: Reino Unido.

Aspecto general: es un perro algo pesado, más bien bajo en estatura, ancho, poderoso y compacto. Cabeza más bien grande en proporción a su tamaño, pero ninguna parte de su cuerpo debe tener un tamaño excesivo en relación a las otras, rompiendo así la simetría general, haciendo ver al perro deforme o interfiriendo con su capacidad de movimiento. Cara relativamente corta, hocico ancho, romo e inclinado levemente hacia arriba aunque no muy excesivo. Perros mostrando problemas respiratorios son altamente indeseables. Cuerpo algo corto, de buena estructura. Miembros fuertes, bien musculados y robustos sin tendencia a obesidad. Posterior alto y fuerte. Hembras no tan desarrolladas como los machos.

Tamaño y peso: altura a la cruz: de 35 a 40 cm; peso: 22-25 kg.

Pelaje: de textura fina, corto, pegado y liso (duro solo por lo corto y pegado, no de alambre)

Color: sólido o tiznado, (es decir un solo color con hocico o máscara negra). Unicolores (que deben ser brillantes y puros de su tipo) como atigrados, rojos en sus varios tonos, bayos, leonados etc., blancos y partidos (es decir la combinación de blanco con cualquiera de los colores anteriormente mencionados)

Cabeza: bastante grande en relación con el cuerpo en donde la piel es suelta y arrugada. El hocico es corto y ancho con pliegues en la nariz y una papada colgante. La frente es plana, la piel sobre ella y alrededor de la cabeza forma pliegues claros, no sobresale demasiado y no cuelga sobre el hocico. La trufa es negra y ligeramente respingona. Las mandíbulas son enormes, anchas y en prognatismo inferior. La mandíbula inferior sobresale ante la superior y apenas deja a la vista los incisivos inferiores, lo que produce una mueca cómica. Los labios son carnosos y colgantes. Las mejillas son bien redondeadas y sobresalen hacia los lados.

Orejas: en posición alta, son finas, pequeñas y delgadas, se inclinan hacia adelante como solapas que enmarcan la frente. La forma correcta de las orejas es "rosa".

Ojos: de forma redondeada, de tamaño medio, oscuros, están situados en la parte baja del cráneo y separados en la frente en el plano frontal.

Cuello: corto y grueso, de  longitud media, profundo y fuerte. Está bien redondeado en la línea superior, con una cantidad significativa de exceso de piel en pliegues gruesos debajo de la garganta, formando en cada lado una suspensión desde la mandíbula inferior al pecho.

Dientes: mandíbulas anchas, macizas y cuadradas, la mandíbula inferior sobresale hacia delante de la parte superior y curvada hacia arriba. Los dientes son grandes y poderosos, con la boca cerrada, no visible.

Cuerpo: musculoso. El pecho es ancho y profundo, redondeado a los lados.

Cola: corta, recta y se inclina hacia abajo, nunca se eleva por encima de la espalda.

Extremidades (delanteras y traseras): cortas y robustas están bien musculadas. Están separadas y ligeramente arqueadas en los codos y corvejones para dar forma a una postura firme y de base amplia.

Características atractivas: el bulldog inglés es bastante cabezota, juguetón, vital y sensible. Siempre está atento a lo que sucede a su alrededor y con los extraños se puede mostrar vigilante pero no agresivo. Aunque sorprenda, es un animal que no soporta la brutalidad y que necesita el cariño de sus dueños. Es un perro adecuado para los niños, ya que sabe dosificar su fuerza y es muy paciente. Tiene un carácter bueno, amistoso, dócil y atento. El bulldog inglés tiene un talante dulce y dócil, fiable y predecible. Es una maravillosa mascota familiar y es cariñoso con casi todos los niños. Esta raza, centrada en las personas, exige activamente nuestra atención. Sin embargo, han conservado la valentía originaria de su crianza para las peleas con toros, por lo que son buenos perros de guarda. Aunque suelen llevarse bien con otras mascotas de la familia, los bulldogs ingleses pueden ser agresivos ante perros que no conocen. Se adaptan muy bien a cualquier entorno, aunque es importante saber que es una raza algo pasiva, por lo que no será necesario el ejercicio excesivo ni las caminatas con trayectos largos. Algo muy peculiar de los bulldogs son sus ruidos, ya que cuando duermen roncan por presentar algunos problemas respiratorios y son un poco "sucios" al eructar y expulsar gases con frecuencia.

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