Historia de la raza: el perro de raza Bull terrier inglés tiene con todos los perros tipo bull un pasado en común: las horribles peleas de perros. Cuando las peleas de toros fueron prohibidas en Gran Bretaña a mediados del siglo XIX, empezaron a cruzarse perros bulldog con razas terrier con la idea de encontrar como resultado un perro robusto y fuerte que fuera capaz de disputar esas peleas y sustituir a los toros. Tenían la fuerza y resistencia al dolor del bulldog y la agilidad propia de los terrier. La raza bull terrier inglés se estandarizó por primera vez en 1850 por James Hinks. Realizó cruces clave para la persistencia y desarrollo de la raza que hoy conocemos, aunque no se sabe con certeza qué razas estuvieron involucradas en esos cruces, pero se sospecha que, entre otros, podrían haber sido perros como el greyhound, el collie e incluso, aunque te sorprenda, el dálmata. Ya más avanzado el siglo, se creó el primer club de la raza bull terrier inglés y seguidamente su estándar oficial. El primer espécimen de la que se considera la raza bull terrier inglés actual nació en 1917 y fue llamado Lord Gladiator.

País de procedencia: Inglaterra.

Aspecto general: se trata de un perro muy fuerte y musculoso. Es un perro de presa, de mandíbulas fuertes, está listado dentro de los perros peligrosos y aún así el bull terrier sigue conquistando a amantes de los perros por todo el mundo por su característica apariencia y por su carácter naturalmente fiel.

Peculiaridades del comportamiento y el carácter: el perro bull terrier es equilibrado, sujeto a la disciplina. Su temperamento ha sido descrito como amante de la diversión, así como activos y graciosos. Han aparecido como personajes en tiras cómicas, libros, películas y publicidad. También son muy cariñosos.

Tamaño y peso: altura a la cruz: no debe superar los 35,5 cm. Peso: no hay límite en el peso. El ejemplar debe ser armónico en todo momento.

Pelaje: el pelo de los perros bull terrier inglés es áspero, corto y apretado, de aspecto brillante.

Color: el color más habitual es el blanco, pero hay otras variantes, como por ejemplo las manchas marrones, o incluso atigrados y rojizos o negros.

Cabeza: tiene una forma ovalada sin depresión naso-frontal, que unida a sus triangulares orejas le dan un aspecto único a la raza. La nariz es negra y con fosas nasales muy evidentes, algo curvada hacia abajo.

Orejas: son pequeñas y delgadas, colocadas muy cerca una de la otra.

Ojos: son siempre oscuros, pero pueden variar entre el negro puro o el marrón, tienen forma algo triangular y estrecha. Tiene una mirada segura y decidida.

Mandíbulas/Dientes: es tremendamente poderosa, a pesar de no ser visualmente muy prominente.

Cuello: debe tener muy musculoss, larga, doblada, desde los hombros hasta la cabeza para estrechar. No se permite la piel pendular en la garganta.

Cuerpo: es poderoso, la espalda es corta pero muy fuerte, con un lomo musculoso y un pecho muy profundo. Igual que ocurre con todos los perros bull.

Cola: es ancha en la base y se va estrechando hasta terminar en punta. No es muy larga.

Extremidades (delanteras y traseras): las patas delanteras tienen huesos redondos y fuertes, que le dan al animal una posición estable. Las piernas son paralelas, tienen una longitud media, los codos están apretados. Las patas traseras también son paralelas, fuertes y musculosas. La rodilla es muy flexible, la parte media de las extremidades posteriores es corta y fuerte. Las patas son redondas con dedos compactos y bien móviles.

Características atractivas: un bull terrier inglés bien educado es un perro de carácter equilibrado y cariñoso con los humanos. Es un perro muy fiel y apegado a su familia. Su valentía es admirable y aunque tienen un gran instinto de protección no suelen ser perros agresivos. Aunque esté bien socializado, se trata de un perro fuerte y que puede no reaccionar bien a movimientos bruscos o daños, aunque no sean intencionados. Por eso, en caso de que juegue con niños, debería ser bajo vigilancia. Son muy testarudos, así que puede que cueste un poco su adiestramiento, a pesar de su gran inteligencia. Aprenden rápido, pero son perros que se distraen con facilidad. Necesitarán una gran constancia y disciplina. Por otro lado, los bull terrier inglés son perros que no soportan nada bien la soledad. Se apegan mucho a su familia humana y demandan mucha compañía. Se trata de un excelente perro guardián, pero esto no es incompatible con que sea enormemente cariñoso. Bien socializado, un perro bull terrier inglés es una mascota excelente, incluso para familias con niños algo mayores.

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