Estándar de la raza FCI № 139

Historia de la raza: el perro de raza Terrier irlandés es posiblemente el más antiguo de todas las razas de terriers irlandeses, pero los registros son tan escasos que resultaría difícil comprobarlo definitivamente. Antes de 1880 el color del Terrier Irlandés no había sido definido. Además del rojo, algunas veces se les encontraba de color negro y fuego o en otras atigrado. A finales del siglo XIX se hicieron esfuerzos por eliminar los colores negro y fuego y el atigrado, de tal forma que para el siglo XX todos los Terriers Irlandeses tenían manto color rojo. El Terrier Irlandés de manto rojo pronto hizo su aparición en las exposiciones en Inglaterra y en los Estados Unidos, donde fue recibido con entusiasmo. La reputación del Terrier Irlandés se acrecentó durante la Primera Guerra Mundial, cuando se les utilizó como perros mensajeros en medio del ruido aterrador y la confusión en las trincheras de guerra, probando así su inteligencia y valentía. El primer club de la raza se formó en Dublín, el 31 de marzo de 1879, y el Terrier Irlandés fue el primer miembro del grupo de los terriers en ser reconocido por el Kennel Club Inglés a finales del siglo XIX como una raza nativa de Irlanda.

País de procedencia: Irlanda.

Aspecto general: se trata de un animal activo, vivaz, ágil, muy musculoso, fuerte y resistente. No es excesivamente pesado ni robusto, sino que más bien posee una apariencia elegante, de corredor veloz. No debe ser grueso ni robusto, sino estar bien construido dentro de líneas que denoten velocidad y presentar un elegante aspecto de corredor. Este perro, bajo un pelaje de color rojo hermoso tiene una constitución ligera y simpática, su gran cualidad es su velocidad, considerándose al Irish terrier como el más rápido de todos los terriers.

Tamaño y peso: altura a la cruz: machos 46-49 cm, hembras 44-47 cm. Peso: machos 11-13 kg, hembras 10-12 kg. En la exposición, el juez puede determinar la presencia de exceso de peso o su falta de constitución y apariencia del perro. El peso juega un papel muy importante en la evaluación de los perros de raza Terrier irlandés.

Formato: cuadrado.

Pelaje: duro y áspero, recto aplastado, sin rulos pero ligeramente ondulado, nunca suave ni sedoso, no demasiado largo para no disimular la silueta del cuerpo. El único pelo largo aceptado es una pequeña barba (típica de la raza).

Color: es de color uniforme, y por lo general de tonalidad roja brillante, leonada rojiza o amarilla rojiza. Puede aceptarse una mancha blanca estrellada en el pecho, más censurables son las manchas blancas en los pies.

Cabeza: es larga, con el cráneo aplanado y estrecho, un stop apenas perceptible y el hocico estrecho acabado en una trufa negra. Presenta una típica barba de pelos largos y sedosos, similar a la del border terrier. Las mandíbulas maxilares, fuertes, musculosos y bastante largos, están dotados de dientes robustos y nivelados.

Orejas: pequeñas, en forma de "V", de grosor moderado. Bien plantadas en el cráneo y cuelgan hacia delante cerca de las mejillas. El pliegue de la oreja debe estar bastante encima del cráneo. Las orejas deberán carecer de franjas y ser de pelo más corto y oscuro que el resto del cuerpo.

Ojos: son ovalados, de color avellana oscuro, pequeños, no saltones y llenos de fuego, vida e inteligencia.

Dientes: dentadura en tijera con dientes fuertes, regulares, blancos como la nieve.

Cuello: de buen porte, posee un largo moderado, no presenta papada y se ensancha de forma gradual conforme se acerca a los hombros. A ambos lados del cuello suele presentar un pequeño remolino de pelo.

Cuerpo: moderadamente largo. Tórax profundo, musculoso pero no demasiado ancho ni arqueado, en cambio sí las costillas son bien arqueadas, más profundas que redondeadas y bien llevadas hacia atrás. Dorso recto y robusto, sin aspecto de debilidad detrás de la cruz. Lomos musculosos.

Pecho: es profundo y musculoso, con las costillas bastante inclinadas hacia atrás.

Cola: en los países cuya legislación lo permite, se le suele amputar el último tercio, que de porte erecto y firme, y está cubierta de pelo corto, áspero y duro. Colocada bastante alta y llevada erguida, pero no sobre el dorso ni enroscad.

Extremidades (delanteras y traseras): miembros anteriores: son muy rectos. Los hombros están bien inclinados hacia atrás y son largos. Tanto los antebrazos y brazos bastante largos, son muy rectos y poseen buenos huesos y fuerte musculatura. Codos: se mueven libremente, sin obstáculos a los lados. Miembros posteriores: son fuertes y musculosos. Las piernas tienen muslos potentes. Sus rodillas poseen una angulación moderada. Los corvejones están bastante bajos. Los pies son fuertes, bastante redondos, moderadamente pequeños, ni zambos ni girados hacia adentro. Dedos arqueados. Las uñas negras son muy deseables. Pulpejos robustos, exentos de grietas y callos.

Características atractivas: el perro de raza Terrier irlandés es un excelente perro de madriguera y bueno para la caza de la nutria, comadreja y el conejo, muy agresivo y mordedor en su tarea, dotado de un olfato exquisito y muy inteligente. Inquieto y luchador, el terrier irlandés generalmente es huraño y peleador con otros perros pero muy amable, afectuoso y apegado con sus dueños. Se le considera un perro de compañía y de lujo, aunque es un tenaz guardián y muy fiel a la casa y a la familia. En su país de origen y otros de Europa se lo utiliza como perro de caza por su altísima capacidad de trabajo. Es un perro de caza y capaz de enfrentarse a otros perros, es extraordinaiamente leal, de buen temperamento y cariñoso con el hombre, pero cuando se le ataca tiene el coraje de un león y peleará hasta el final. Su reputación de buscar camorra con otros perros, algunas veces aun en la pista de exposiciones, no la merece. El terrier irlandés es un perro de carácter valiente, es temerario ante el peligro, inteligente y fácil de educar. Deportista y pendenciero, es resistente y lleno de energía. Es audaz, vivaracho y alegre. Posee gran fidelidad y apego por su amo y familia siendo cariñoso y paciente con los niños. Su carácter amistoso y leal hacia su amo le convierte en un perro admirable en labores de vigilancia y compañía. Ha sido definido en el pasado como "pequeño diablo temerario" por sus excepcionales dotes de valor, hoy es un perro simpático, afectuoso, adiestrable, al que no le falta dignidad. Hoy, el terrier irlandés es un apreciado perro de compañía, que vive bien incluso en ciudad y en cualquier clima.

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