Estándar de la raza FCI № 285

Historia de la raza: según algunos expertos, el Galgo español (también conocido como galgo a secas, Lebrel español) sería un descendiente del Sloughi, introducido en España en el siglo IX por los moros. Era un perro apreciado por la nobleza española y empleado sobre todo para la carrera. A fin de obtener ejemplares más rápidos, se realizaron numerosos cruces con Greyhounds, creándose así una variedad anglo-española. El Galgo se exportó en gran cantidad, especialmente a Irlanda e Inglaterra, durante los siglos XVI, XVII y XVIII. Los cazadores españoles siguen empleándolo mucho. Con el advenimiento de las carreras de galgos, el galgo español fue cruzado con el greyhound para conseguir perros más rápidos. El resultado de esos cruces se conoce como galgo anglo-español y no es reconocido por la FCI. La caza con galgos es una actividad muy polémica en España, y muchas sociedades protectoras de animales piden que se censure dicha actividad por las crueldades a las que son sometidos los galgos.

País de procedencia: España.

Aspecto general: es un perro alto, delgado y fuerte. Muy popular en la península Ibérica. Este perro es parecido al greyhound o galgo inglés, pero existen varias características físicas que diferencian a ambas razas de perros. El galgo español no es un perro muy conocido fuera de España, pero cada vez más aficionados están adoptando estos perros en otros países por el maltrato animal que sufre en su país de origen.

Tamaño y peso: altura a la cruz: machos 62-70 cm, hembras 60-68 cm. Peso: machos 25-30 kg, hembras 20-25 kg.

Pelaje: es corto, muy fino, liso, apretado. Levemente más largo en la parte posterior de los muslos. Sin embargo, también existe una variedad de pelo duro y semilargo, en la que se forman barba, bigotes y sobrecejas en la cara. La piel está muy pegada al cuerpo en toda su superficie, sin presentar zonas con piel suelta.

Color: se admiten todos los colores. Los más típicos son, por orden de preferencia: leonado y atigrado más o menos oscuros y bien pigmentados; negro; manchado de negro, oscuro y claro, alazán quemado, canela, amarillo, rojo, blanco.

Cabeza: es alargada y delgada, al igual que el hocico, y guarda buena proporción con el resto del cuerpo. Cráneo de ancho reducido, perfil subconvexo. Stop muy poco acentuado. Testuz levemente acarnerado. Hocico largo, angosto. Labios finos, bien tensos. Tanto la nariz como los labios son de color negro.

Orejas: son de inserción alta, con base ancha, triangulares, con punta redondeada. En reposo, tiene forma de rosa, adosadas contra el cráneo.

Ojos: son pequeños, oblicuos y de forma almendrada. Oscuros de color avellana. Párpados oscuros.

Dientes: son fuertes y desarrollados. La mordida es en tijera.

Cuello: es largo, de sección ovalada, fuerte, une la cabeza con un cuerpo rectangular, fuerte y flexible.

Cuerpo: es fuerte, ligeramente rectangular. Costillas bien visibles. Espalda recta, larga. Lomo largo, fuerte, arqueado. Grupa larga, potente, en pupitre. Vientre muy levantado. El lomo es un poco arqueado, dando flexibilidad a la columna vertebral.

Pecho: es no demasiado ancho pero amplio.

Cola: es fuerte en la base y se adelgaza gradualmente hasta terminar en una punta muy fina. Es flexible y muy larga, sobrepasando ampliamente el corvejón. En reposo, cae en forma de hoz con un gancho terminal más marcado e inclinado lateralmente.

Extremidades (delanteras y traseras): miembros posteriores son potentes, bien musculosos. Miembros anteriores son finos. Las patas con dedos bien recogidos y almohadillas duras.

Características atractivas: el perro de raza Galgo español es un perro rústico, robusto, activo y muy resistente, caza principalmente la liebre pero también el zorro y el jabalí. Aunque su olfato es bastante mediocre, su capacidad de correr es magnífica. De temperamento suave y muy apegado a su amo, es considerado como el más afectuoso y efusivo de todos los lebreles. Su educación debe llevarse a cabo con calma y paciencia, ya que es muy tímido. El galgo español suele tener un carácter algo tímido y reservado, especialmente con extraños. Por esa razón se recomienda socializarlos en su etapa de cachorro y seguir haciéndolo en su etapa adulta. Son perros gentiles, amables y afectuosos, muy tiernos con quienes tienen confianza y es que el galgo español es un perro sensible y muy dulce. A pesar de tener un fuerte impulso de presa desarrollado durante generaciones, suelen ser amigables con animales pequeños como gatos y perros de razas pequeñas. Por otro lado, tienen un comportamiento excelente con niños, adultos y todo tipo de personas. El ejercicio, los paseos diarios y el afecto nunca deben faltar en su día a día.

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