Estándar de la raza FCI № 272

Historia de raza: la raza fue criada en el condado de Norfolk. Inicialmente, se consideraba una especie de Terrier de Norwich, del cual se originó el Terrier de Norfolk. Estas dos razas difieren solo en la forma en que sostienen sus orejas. Originalmente criados como perros cazadores de ratas, zorros y otros animales pequeños, los norfolk terrier comparten sus orígenes con los norwich terrier. Se preferían estos perros con orejas erectas y se cortaban las orejas caídas, produciendo graves daños a estos animales. Cuando la legislación británica prohibió el corte de orejas por fines "estéticos", los criadores de norwich terrier decidieron separar a los perros de orejas caídas y crear una raza de perro diferente, ya que los cruces entre las dos variedades no permitían predecir si los cachorros iban a tener orejas erguidas o caídas. Entonces, los perros de la variedad de orejas caídas se denominó norfolk terrier y se convirtió en la raza que actualmente conocemos. Terrier de Norfolk fue registrado como una raza independiente solo en 1964.

País de origen: Reino Unido. 

Aspecto general: es un perro pequeño, corto, alegre, compacto y fuerte, con una espalda corta, con una musculatura y un esqueleto bien desarrollados. Las cicatrices y marcas merecidas obtenidas durante la caza son permisibles.

Tamaño: altura: 25 cm. Peso: 4.5-5.4 kg.

Pelaje: rígido, recto, apretado al cuerpo. Más largo y áspero en el cuello y los hombros. El pelo en la cabeza y las orejas es corto y liso, excepto por un pequeño bigote y cejas. El recorte excesivo es indeseable.

Color: todos los tonos de rojo, trigo, gris o negro y fuego. Las marcas blancas son indeseables, pero aceptables.

Cabeza: de forma redonda, cráneo es ancho, ligeramente convexo, transición de la frente al hocico es claramente visible. Las mandíbulas son fuertes, el hocico es fuerte, en forma de cuña, los labios ajustados.

Orejas: de tamaño mediano, de forma triangular, levantadas sobre el cartílago, los extremos de las orejas son ligeramente redondeados, dirigidos hacia adelante, adyacentes a los pómulos.

Ojos: pequeños, oscuros y ovalados, con bordes negros, colocados ampliamente, con una expresión penetrante e inteligente.

Dientes: grandes y fuertes, mordida en tijera.

Cuello: fuerte, de longitud media.

Pecho: ancho y moderadamente profundo.

Cola: el acoplamiento es opcional. La cola está atracada a media longitud, colocada en la línea superior, el perro la lleva verticalmente. En un estado natural de longitud media, equilibra las proporciones del perro, es grueso en la base, se estrecha hasta la punta, el perro la lleva en posición alta, pero no se dobla demasiado sobre su espalda.

Extremidades (anteriores y posteriores): los omóplatos están colocados oblicuamente, codos presionados contra el cuerpo. Las extremidades son cortas, poderosas y rectas. Los pasteles son fuertes, las patas son redondas, las almohadillas son gruesas, con fuertes garras negras. Las extremidades traseras son anchas. Las caderas son fuertes, musculosas. El ángulo de la articulación de la rodilla está bien definido. Las articulaciones del corvejón bajan, apuntando hacia atrás. Las patas son tales como las extremidades anteriores.

Características atractivas: el perro de raza Terrier de Norfolk es un perro robusto, fuerte, sensible y valiente, que se caracteriza por su amabilidad, una actitud suave hacia los niños y un carácter tranquilo y equilibrado. El Terrier de Norfolk es un cazador apasionado de ratas y pequeños depredadores (zorros, hurones, comadrejas) que dañan a los animales domésticos. Él saca a la bestia del hoyo. También puede funcionar en un rebaño. El perro Terrier de Norfolk es un buen vigilante. Se requiere perseverancia durante el entrenamiento del perro de esta raza. El norfolk terrier es un perro de carácter amigable, extrovertido y juguetón, aunque siempre alerta. Así pues, se trata de un can sociable, en general, tanto con personas como con otros animales, siempre y cuando haya sido socializado correctamente. De no ser así, puede mostrarse tímido con los desconocidos hasta el punto de emitir algún gruñido por sentirse incómodo o inseguro. A diferencia del resto de terriers, el norfolk no acostumbra a ser pretencioso ni agresivo, aunque sí puede tornarse ladrador sin la educación adecuada. Eso sí, debido a que fue criado y seleccionado para la caza de animales de madriguera, en su instinto está el perseguir a pequeñas presas como conejos e, incluso, gatos pequeños, de manera que es crucial socializarlo también con estos animales para evitar posibles persecuciones durante su etapa adulta.

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