Estándar de la raza FCI № 93

Historia de la raza: el perro de raza Pastor portugués (Cão da Serra de Aires) apareció cruzando los perro de raza pastores Pirineos y los pastores catalanes. Según algunos expertos, la raza del pastor portugués se origina en un par de zarzas traídas al país por el conde de Castro Quimaraes a principios del siglo XX. Pero hasta el día de hoy, el pastor portugués ha adquirido sus propias características distintivas. Antiguamente era empleado para guiar y cuidar diferentes tipos de ganado: ovino, caprino, equino, vacuno y porcino. La raza estaba muy difundida en la sierra de Aires y en las planicies del Alentejo. En la década de los 70, la raza estuvo al borde de la extinción, pero fue rescatada gracias a los esfuerzos de algunos criadores aficionados. Actualmente está fuera de peligro, pero no es una raza muy popular y, en todo caso, es prácticamente desconocida fuera de su país de origen.

País de origen: Portugal.

Aspecto general: el perro Pastor portugués es un de constitución áspera pero racional. Para su estatura promedia, se ve lo suficientemente alto en sus piernas, sus patas están bien adaptadas al suelo duro. El cuerpo de este perro es 10% más largo que su altura a la cruz, lo que le da un perfil rectangular. Las patas son fuertes y ágiles.

Tamaño y peso: altura a la cruz: 42-48 cm, peso 12-18 kg.

Formato: estirado.

Pelaje: pelaje es de grosor medio, la textura se asemeja al cabello de cabra, grueso, distribuido uniformemente en toda la superficie del cuerpo, sin capa inferior o hacia abajo. El pelo de un pastor portugués es muy largo, liso o ligeramente ondulado, en la cabeza, el cuerpo y las piernas, incluido el espacio interdigital. En la cabeza se forma una larga barba, bigote y cejas que no cierran los ojos. Su pelaje es largo y un poco liso pero siempre presenta una pequeña ondulación. Éste es el único perro pastor que no tiene lanilla interna.

Color: puede presentarse en varios colores como: amarillo, marrón, gris, rojizo y gris lobo, de estos colores pueden tener varias combinaciones de los mismos, a veces con la adición de pelos blancos.

Cabeza: es mediana, pero fuerte, y el cráneo tiende a ser de forma cuadrada, es convexo, fuerte y ancho, con una prominente protuberancia occipital. La frente es rectangular, ligeramente convexa. La transición de la frente al hocico es pronunciada. Nariz con fosas nasales anchas.

Orejas: de inserción alta, son medianas, caídas y de forma triangular, sin pliegues, delgadas y lisas, recortadas, erguidas.

Ojos: con una expresión vivaz, inteligente y tranquila, poniendo los ojos bien rectos. Los perros pastores portugueses tienen los ojos oscuros, aunque pueden ser de color avellana o ámbar en perros de color amarillo, redondeados, de tamaño mediano. Los párpados tienen pigmentación negra o están pintados en un color que siempre es más oscuro que el color del pelaje.

Dientes: mandíbulas normalmente desarrolladas, con dientes blancos, fuertes y sanos.

Cuello: se adapta armoniosamente a la cabeza y al cuerpo, recto, ligeramente levantado, de tamaño estándar, sin suspensión.

Cuerpo: la línea superior del cuerpo del perro pastor portugués no es demasiado curva, se selecciona la línea inferior. El abdomen está moderadamente apretado, los lados son proporcionalmente masivos. El cuerpo de este perro es 10% más largo que su altura a la cruz, lo que le da un perfil rectangular.

Pecho: ovalado, notablemente bajado, de ancho y profundidad media.

Cola: larga, puntiaguda y de inserción alta. Está cubierta de abundante pelo, igual que el resto del cuerpo.

Extremidades (delanteras y traseras): fuertes, las piernas son redondas, no planas. Los dedos largos están cubiertos con pelo más largo y oscuro. Las almohadillas son gruesas, duraderas.

Características atractivas: los perros de raza Pastor portugués son muy inteligentes, activos y afectuosos con lo suyos. También son perros vigilantes y alertas que pueden desempeñarse perfectamente como perros de guardia. Tienden a ser muy afectuosos con los suyos y formar un vínculo especial con una persona. Sin embargo, también son algo reservados con los extraños. Pueden ser agresivos hacia otros perros del mismo sexo, pero tienden a llevarse bien con perros y otros animales con los que han crecido. Es bueno iniciar la socialización de estos perros a temprana edad para que sean un poco más amigables con los extraños. Al ser perros muy inteligentes, los pastores portugueses se desenvuelven bien en diferentes especialidades del adiestramiento canino. Pueden ser entrenados con varias técnicas, pero el adiestramiento en positivo da mejores resultados que el adiestramiento tradicional. Por sus grandes demandas de ejercicio, estos perros no son buenas mascotas para familias sedentarias que no disfrutan de actividades al aire libre. Sí son buenas mascotas para familias activas y, mejor aún, que viven en zonas rurales. Es bastante cariñoso formando lazos fuertes con sus humanos, tiene la tendencia a ser bastante devoto y leal, puede ser obstinado y poco obediente, pero aprende rápido a pesar de ser dominante.

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